domingo, 27 de octubre de 2019

PICTURE: “Wings” (2019) (Pure Steel Records)


1. Line Of Life 2. Wings 3. Little Annie 4. Is It Real 5. Blown Away 6. No Place To Hide 7. Empty Room 8. Never Enough 9. Still Standing 10. Stroke

No voy a poner en tela de juicio los cuarenta años de carrera de Picture, pero debo apuntar que la banda holandesa nunca me encontró en su nómina de fans. Tampoco presté interés alguno en su regreso a principios de 2008 -tras un largo silencio de veintiún años- ni a sus dos discos posteriores. Y aunque me duela reconocerlo, este “Wings” (tercero tras su vuelta y el primero que graba la formación original, compuesta por Laurens “Bakkie” Bakker a la batería, Rinus Vreugdenhil al bajo, Jan Bechtum a la guitarra, Ronald van Prooijen a la voz, y la reciente incorporación de Appie de Gelder como teclista y segundo guitarrista) ha pasado por mi reproductor sin pena ni gloria. En su décima producción de estudio, la banda continúa facturando un heavy rock primigenio inspirado en la NWOBHM (con especial idolatría por Saxon) con un fuerte poso de hard rock, en donde apreciamos guitarras aserradas, riffs ametralladores, buenas armonías, destacables solos y una voz cruda y tosca.
Entrando en materia, una melodía de guitarra sirve de extraña introducción a Line Of Life que despega posteriormente con un riff martilleante marca de la casa y unos punteos sangrantes entre las estrofas, mientras que, por su parte el tema-título nos regala unos teclados en la onda Uriah Heep/Deep Purple y una elegante voz de Ronald van Prooijen que se perfila en ese tono nasal tan personal de Biff Bifford (¡los mayores deseos de una rápida recuperación desde RRWZ!). Is It Real, Never Enough y Still Standing también beben de la escuela de Bifford y sus Saxon, a pesar de que, en este último corte en concreto, la melodía del estribillo puede recordar al del famoso tema de Grand Funk Railroad “We’re An American Band”.
No Place To Hide tiene un riff muy hardroquero con un excelente trabajo de la guitarra rítmica y de nuevo esa reminiscencia vocal del guerrero sajón, y, por otro lado, Empty Room empieza con una fugaz melodía de guitarra que da paso a un monumental riff y a unas acertadísimas segundas voces. Ya en la recta final, la extensa Stroke nos brinda una guitarra de ritmo cabalgante sobre la que Van Prooijen modula brillantemente su garganta.
En conclusión, los de Hilversum retoman su legado allí donde lo dejaron con sus tres primeros y clásicos álbumes, pero sin la brillantez y la frescura de la que hacían gala en aquellos tiempos. ¡Imprescindible para los amantes de las bandas de culto que continúan luchando por obtener el reconocimiento colectivo que aún hoy les da la espalda!
Sitio web: www.pictureband.nl (M.M.)

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