Mostrando entradas con la etiqueta Marc Milà. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marc Milà. Mostrar todas las entradas

miércoles, 16 de julio de 2025

GREY CZAR: “Euarthropodia” (2025) (Octopus Rising/Argonauta Records)

1. Eschaton 2. Withered World 3. Insects Took Over 4. Trooping For Euarthropodia 5. Ballad Of Propellerheads 6. Queens Of The New World 7. Nutritional Protocol 8. Arthrobotic Liberty 9. Aeon

En el mismo instante en que la decadente raza humana entra en un período de extinción irremediable, la Tierra y sus biomas son colonizados y sometidos por una ramificación de artrópodos que tiene como objetivo levantar su propio imperio de invertebrados, el reino de Euartropodia. Tristemente, la sobreexplotación de los recursos y la desidia de las clases dirigentes lleva a la caída de ese reino naciente. Pero siempre quedará una brizna de esperanza al amparo de un nuevo comienzo... Este futuro distópico es la original trama sobre la que gira el nuevo álbum conceptual que lleva por título “Euarthropodia” y con el que se ha descolgado la singular banda austríaca Grey Czar. Nacidos en la ciudad de Salzburgo en 2010, este grupo de camaradas formado por Wolfgang Brunauer (vocalista y bajista), Roland Hickmann (vocalista y guitarrista), Florian Primavesi (vocalista, guitarrista y teclista) y Wolfgang Ruppitsch (batería y percusionista), lanzó el primer disco titulado como la misma banda en 2012, dos años después estrenó el EP "The Men Who Harvest The Sea" y cuatro años más tarde publicó "Boondoggle", un segundo larga duración que afianzó el proyecto. Una vez superadas diferentes vicisitudes de carácter económico, este pasado mes de abril vio la luz “Euarthropodia”, su nueva referencia discográfica que ha sido producida y mezclada por el propio bajista Wolfgang Brunauer y el resto de Grey Czar -que también firman todas las composiciones-, mientras que Antonio Ilievski se ha hecho cargo de la Ilustración de la portada.
La peculiaridad de la que hablábamos en el párrafo anterior va más allá del hilo argumental que sus canciones tejen a modo de los capítulos de una obra de ciencia ficción, y abarca también el crisol de estilos que el cuarteto pone en juego. Si bien principalmente ellos enmarcan su propuesta dentro del heavy rock, también se definen como “una bestia roquera con guitarras, bajo, teclados, batería y líneas vocales interpretadas por tres cantantes diferentes”, y creo que este grandilocuente apelativo es el que mejor ilustra su letanía estilística que comprende elementos de rock duro, progresivo, psicodélico, desértico y un componente metálico primario. Como decíamos, es este cañamazo el que convierte su propuesta en algo tanto o más particular que el mismo argumento orwelliano del que bebe “Euarthropodia”.
Eschaton arranca con una pegajosa armonía que acompañará inmutable a las primeras estrofas hasta la llegada del robusto estribillo y tiene en los fragmentos instrumentales que transitan entre las dos partes antes mencionadas los puntos de máxima intensidad de la canción.
Withered World presenta una expresión lastimera con sus frágiles cuerdas acústicas haciendo de almohada a las voces, hasta que adquieren distorsión, se convierten en penetrantes y preceden al colérico verso principal.
Una melodía sangrienta de guitarra es la antesala de Insects Took Over, una pista con unas mágicas notas de Hammond que nos trasladan al hard rock de principios de los setenta y que se convierten en el magistral contrapunto a los aires marcadamente contemporáneos del intenso estribillo de Trooping For Euarthropodia que irrumpe sin que nos hayamos dado cuneta y nos regala una inspiradísima sección instrumental en el tramo final.
Ballad Of Propellerheads es una pieza que encarna el sonido arquetípico de estos cuatro jinetes que, como explican ellos mismos, combina “momentos delicados y relajados con melodías enérgicas y riffs crudos”.
Queens Of The New World levanta el vuelo con unos acuerdos desafiantes y nos deslumbra con unos momentos que muestran la vertiente más progresiva de la formación, mientras que en Nutritional Protocol las primeras y suaves notas desenchufadas se alternan con los oscuros y “sabbáthicos” latigazos centrales.
Los teclados de Florian Primavesi en Arthrobotic Liberty parecen tocados por el fallecido maestro Jon Lord, recreando nuevamente el hechizo de bandas como Deep Purple o Uriah Heep y Aeon, es denso y tiene una cadencia pausada y rocosa durante las primeras tres cuartas partes. Pasados estos minutos, los músicos aprietan el acelerador y acentúan el cariz épico del tema que sirve de colofón al elepé.
Grey Czar es una agrupación que no sigue ninguna moda ni estilo actual, pero tampoco se trata de una más entre las muchas bandas de revival en el sentido estricto de la palabra. Es una rara avis de aquellas que deciden construir su propia carrera haciendo lo que quieren y les gusta, sin importarles lo más mínimo cuál es la tendencia imperante o que aporta más beneficios. Por su parte, “Euarthropodia” es un álbum anticomercial desde el mismo momento en el que el bajista Wolfgang Ruppitsch presentó a sus compañeros la idea imaginaria de un futuro postapocalíptico con insectos repoblando una Tierra en la que se ha extinguido la especie humana. Sin embargo, es la atemporalidad que aporta el sonido, junto con la especificidad de la temática mencionada, la que convierte el trabajo en una pieza singular y personal que vale, y mucho, la pena.
Sitio web: www.greyczar.com (M. M.)

sábado, 22 de marzo de 2025

SUNLIGHT: “Son Of The Sun” (2024) (Total Metal Records)

1. Son Of Fire 2. Thoughts Of Despair (Apognosis) 3. Forever Lost 4. Mystery 5. Secret Of Silence 6. Echoes Of Hope 7. Can't Let You Go 8. Bridge Of Life 9. Sunrise

Desde la histórica región griega de Ática y con la suavidad y delicadeza propia de los tonos carmesíes que acompañan la luz crepuscular de la aurora, a finales del año pasado llegó a las estanterías de todo el mundo “Son Of The Sun”, el segundo elepé de los atenienses Sunlight. Un nuevo álbum que se publica casi diez años después de su primer larga duración titulado “My Own Truth” y que viene marcado por la renovación casi completa de la formación anterior (de la cual sólo quedan el guitarrista Makis Kaponis y el teclista Panos Anastopoulos) y por el volantazo hacia una dirección musical que abandona la ruta del hard rock melódico por la cual habían transitado desde su fundación el 2009 y que también impregnaba su primogénito EP “Rockin' All Around”. Amparados por este viraje, trazan una hoja de ruta orientada hacia un power metal igualmente melodioso con gran presencia de teclados y que nos puede recordar tanto a Sonata Arctica como Stratovarius.
Si bien este “Son Of The Sun” tenía previsto publicarse en torno a 2019, la pandemia de la covid-19 primero y, posteriormente, la marcha del cantante, el bajista y el batería -relevados con impecable solvencia por Mike Karasoulis, Manos Karachalios y Andreas Kalogeras, respectivamente- retrasó su lanzamiento hasta nuestros días.
Dejando a un lado los aspectos extramusicales, y centrándonos nuevamente en la faceta artística, la producción y la mezcla del álbum se llevaron a cabo en los Devasoundz Studio y recayeron en Fotis Benardo (productor de bandas como Nightfall o Fortress Under Siege), la masterización estuvo realizada por George Nerantzis (encargado de trabajos de Pain of Salvation o Rotting Christ) y el arte de la cubierta fue obra de Gustavo Sazes (responsable de dar vida a las carátulas de numerosas bandas como Avalanch, Kamelot, Firewind, Angelus Apatrida, Arch Enemy o Bloodhunter).
Por otro lado, y prestando atención a los significados que hay detrás las letras de las canciones, el grupo se apresura a aclarar en la hoja de prensa promocional que son textos a través de los cuales “exploran un espectro de emociones y experiencias a través de nueve historias diferentes, profundizando en temas como la vida y la muerte, la esperanza y la desesperación, el amor y el odio.” Son estas combinaciones de palabras y verbos las que, junto con “unos ritmos enérgicos, unos laboriosos trabajos de las guitarras y unas orquestaciones exuberantes”, caracterizan este plástico de Sunlight.
La inicial Son Of Fire tiene una bonita melodía de teclados rematando el final de las estrofas, una heroica vuelta y un solo compartido de guitarra y teclas que acaba en una fantástica armonía.
Thoughts Of Despair (Apognosis) empieza solemne, profunda y con unos cantos corales disparados por Panos Anastopoulos, mientras que es Makis Kaponis quién secunda aquí con sus riffs las frases de Mike Karasoulis y se encarga individualmente y con destreza de la parte solista.
Forever Lost irrumpe con toda la banda a rienda suelta, contiene una galopante y prominente línea de guitarra, unas interesantes notas de teclados y un emotivo y alentador verso principal muy bien defendido por Karasoulis.
Mystery es un fantástico power de manual, cargado de épica y dominado de arriba abajo por el instrumento de Anastopoulos, con unas excelentes estrofas con el bajo, la batería y la voz en un primer plano y los riffs de guitarra acabando de redondear la pieza. Por cierto, Panos y Makis vuelven a batirse en un enconado duelo que acaba de nuevo en tablas.
Secret Of Silence es la balada del disco. Construida sobre el esquema habitual de este tipo de composiciones -acordes acústicos acompañando una atribulada interpretación vocal, previsible irrupción de la banda al unísono marcando el pico de máxima intensidad y posterior solo de guitarra cargado de sentimiento- suena bastante insulsa y no creo que se erija en la pista más recordada de este “Son Of The Sun”.
Echoes Of Hope arranca enérgica, con la línea de guitarra guiando el rumbo a seguir por los versos y un estribillo marcado por un sabio cambio de ritmo, mientras que Can't Let You Go marca músculo con su riff entrecortado y con la llegada del verso principal entrecruza el presente musical de la banda con el pasado fijado en el hard rock melódico de sus primeras referencias.
Y cuando parece que el disco compacto pierde interés con Bridge Of Life, a pesar de contener un bonito pasaje con sintetizador, los helenos demuestran tener un as en la manga con Sunrise, la pieza con que recuperan el pulso más heroico del estilo que ahora defienden, con una memorable segunda parte con fragmentos oscuros y coros épicos que concluyen el trabajo por todo lo alto.
“Son Of The Sun” hará disfrutar sin lugar a duda a los amantes del power metal, un estilo que murió de éxito, pero que todavía conserva una irreducible base de fieles seguidores. Un buen trabajo que abre una nueva vía en la corta y cambiante discografía del quinteto griego.
Sitio web: www.facebook.com/SunlightTheBand (M. M.)

domingo, 16 de febrero de 2025

REZET: “Rezet” (2024) (Violent Creek Records)

1. Opus 1984.2 2. Time To Die 3. Unholy Grail 4. Duck & Cover 5. Burning Prophets 6. Together Apart 7. Prisoner Of Fate 8. Killing Spree 9. Atmosfear 10.True As Lies (feat. Steve "Lips" Kudlow) 11. World War Z 12. Into The Abyss 

Si el cuero ha sido desde siempre una de las principales industrias de la ciudad de Schleswig, no es de extrañar que tarde o temprano esta localidad diera a luz... ¡una banda de estirpe metálica! Partiendo de esta premisa, en 2004, de la mano del cantante y guitarrista Ricky Wagner, Rezet empezaron un camino que ya suma un buen puñado de maquetas, cinco elepés (“Have Gun, Will Travel”, “Civic Nightmares”, “Reality Is A Lie”, “Deal With It!” y “Truth In Between”) y tres epés (“Toxic Avenger”, “You Asked For It” y New World Murder), el último de los cuales, fechado hace tres años, se erigía hasta ahora como su última referencia discográfica.
Como en cualquier largo viaje, las amargas despedidas y las entusiastas incorporaciones han estado a la orden del día, siendo actualmente el batería Bastian Santen, el bajista Lorenz Kandolf y el guitarrista búlgaro Nikolay Atanasov (ex-Agent Steel) quienes, junto con el mencionado Wagner, conforman el batallador cuarteto teutón.
El plástico publicado a finales del pasado mes de agosto ha sido nuevamente producido por Eike Freese (quien ha trabajado con bandas como Deep Purple, Apocalyptica, Heaven Shall Burn o Gamma Ray) en los Chameleon Studios de Hamburgo, mientras que la distópica imagen de la portada ha salido del lápiz de Pär Olofsson (Exodus, Traitor, Aborted, etc.).
Como puede desprenderse de cualquier título homónimo como el de este sexto trabajo, Rezet se disponen a afrontar un momento crucial después de veinte años de carrera, y por ello publican un disco sin artificios a través del cual buscan consolidar y reafirmar su sello, y lo hacen uniendo los elementos más granados de su discografía, aquellos que transitan por los parajes del thrash metal más seminal y clásico de las bandas norteamericanas -tanto las de la zona de la bahía como las de la ciudad de los rascacielos- de finales de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, sin que esto les impida hacer alguna guiño a una mirada más ancha del estilo, si se me permite el oportuno juego de palabras.
Opus 1984.2 es la breve introducción con piano, dramática, invariable e hipnótica, que sirve de preámbulo a Time To Die, la pieza más rápida y virulenta de todas las que escucharemos y que sirve como inmejorable carta de presentación del álbum. Una batería que funciona como una auténtica apisonadora da paso a unos versos de ritmo sincopado que nos acompañará hasta el accesible e implacable estribillo al final del cual irrumpen las cuerdas de Nikolay Atanasov.
Unholy Grail arranca con un gran riff y un deje en la voz de Wagner que nos puede recordar a la de Dave Mustaine, pero que se esfuma tan pronto como el cantante encara la fantástica estrofa principal, inusualmente melódica en un disco de estas características. La pieza apareció como primer adelanto del trabajo y sin lugar a duda puede captar la atención de un sector de público tradicionalmente alejado del thrash más clásico. Excelente solo, por cierto.
Duck & Cover es pesada y densa, con una cadencia palpitante y un motivo musical perenne. Un tema donde el meritorio trabajo de Nikolay destaca nuevamente.
Burning Prophets es bastante anodina y tiene poco jugo. Más allá de su ritmo entrecortado y el título repetido hasta la extenuación, es la apocalíptica batería de Bastian Santen la protagonista absoluta.
Unas notas arpegiadas introducen a Together Apart, una power ballad que cumple punto por punto con los cánones establecidos: intensidad in crescendo con el punto álgido coronado por el estribillo y un sentido solo con armonía final cien por cien Metallica. Una pieza que ronda un camino inhóspito para la formación y seguramente sorprendente para sus seguidores.
El riff veloz y el ritmo sincopado de Prisoner Of Fate no aportan nada nuevo a primera vista, pero todo toma una nueva dimensión cuando llega la devastadora sección instrumental previa al solo, con Lorenz Kandolf pulsando impunemente las atronadoras cuerdas de su bajo.
Killing Spree es una auténtica salvajada por obra y gracia de un riff monstruosamente brutal y unos descarnados coros castrenses. Una pista con la que los alemanes recuperan el rumbo que parecían haber perdido con las últimas canciones.
Unos coros eclesiásticos y un oscuro arpegio marcan los primeros compases de Atmosfear, un tema donde una desnuda línea de abajo acompaña la media voz de Ricky que posteriormente arranca rabiosa, una jugada habitual en las interpretaciones vocales de Mustaine, lo cual no hace más que confirmar que Megadeth es una de las principales influencias de los germanos.
True As Lies es un corte feroz, de aire roquero y de fácil digestión que cuenta con la participación a la guitarra de “Lips” Kudlow de los canadienses desventurados Anvil.
World War Z, nada que ver con el título de la novela de Max Brooks, socava en la vertiente de la escuela neoyorquina, mientras que Into The Abyss es instrumentalmente variada -no en vano es uno de los temas más extensos del disco- con largos desarrollos y diversos cambios de ritmo que nos dejan un buen sabor de boca.
Rezet es un disco que suena sólido, directo, agresivo y que en determinadas canciones procura ir más allá de los parámetros del thrash metal. El cuarteto tudesco es una de las muchas bandas honestas que se mantienen en la retaguardia abasteciendo de acero la maquinaria del metal. Ellos son los primeros que tienen claro de dónde vienen y hacia dónde van y no pretenden engañar a nadie con su propuesta musical. ¡Escúchalos!
Sitio web: www.rezet.de (M. M.)

miércoles, 5 de junio de 2024

IRONBOUND: “Serpent’s Kiss” (2024) (Ossuary Records)

 

1. Doomsday To Come 2. Holy Sinners 3. Serpent's Kiss 4. The Destroyer Of Worlds 5. The New Dawn 6. Forefathers’ Rites 7. Vale Of Tears 8. The Healer Of Souls

Recién salido del horno llega a nuestras manos el segundo larga duración de Ironbound, de título “Serpent’s Kiss”, un trabajo precedido en el tiempo por la maqueta “She-Devil” (2017), el sencillo “Witch Hunt / Lifeblood” (2018) y la opera prima “The Lightbringer” (2021).
Desde el primer surco del disco queda patente que el propósito de la banda no es otro que ensanchar la base sonora del estilo surgido con la eclosión de la NWOBHM para celebrar con ello la obra y milagros de su formación de cabecera, los londinenses Iron Maiden.
Un hecho como este no debería ser negativo per se (cada uno debe expresarse a su libre antojo, faltaría más), pero cuando es más que evidente que el modelo de la dama de hierro da muestras de entumecimiento, favorecido por su personal e implacable sello, encontrarnos con una banda que revisita todos los tics punto por punto y en grado supino (a saber: melodías armonizadas de guitarra, bajo cabalgante, rimbombantes redobles de batería y una voz de tesitura cercana a la de Blaze Bayley, aunque de matices más limitados), nos hace reflexionar sobre si es preciso estirar tanto el chicle, cuando tal vez éste ya no dé para más.
Pero para gustos colores y como no somos nadie para dilapidar la labor de aquellos que con su música alimentan nuestras almas -más allá de dar una simple y mera opinión-, debemos ser justos con la agrupación polaca formada en la ciudad de Rybnik en 2014 por Zbigniew Bizoń en el bajo, Adam Całka en la batería, Łukasz Krauze en la voz y Michał Halamoda y Krzysztof Całka en las guitarras, y valorar sus temas en su justa medida, dejando de lado los prejuicios propios.
Doomsday To Come rezuma cien por cien esencia maiden, contiene un estribillo muy bien construido y da muestras fehacientes del excelente rendimiento que Michał Halamoda ofrecerá a las partes solistas de guitarra a lo largo de todas las pistas. Este profundo apego que los polonos tienen por la banda de Steve Harris se hace todavía más evidente con el segundo corte Holy Sinners, el ejemplo más claro que encontraremos de la devoción absoluta que Ironbound rinde a los británicos.
El tema que da título al disco nos acerca a un estilo más personal y menos encorsetado, permitiéndonos disfrutar del lance entre el golpeo de los tambores y los riffs por parte de los hermanos Całka, así como de un par de fantásticos solos, mientras que The Destroyer Of Worlds, con una hipnótica línea de guitarra, una arrolladora instrumentación y una combinación de diferentes atmosferas, nos brinda otra estrofa principal excelentemente hilvanada.
The New Dawn empieza calmoso para dar paso a un medio tiempo sin mayores pretensiones, Forefathers’ Rites retoma el pulso con otra laboriosa interpretación solista a cargo de Halamoda, del mismo modo que también lo recupera el siguiente tema, Vale Of Tears, aunque ninguno logre evitar que la segunda mitad del trabajo se suma en la apatía. Finalmente, la extensa The Healer Of Souls impregna de épica los últimos minutos del álbum al que poco más nos queda por añadir, salvo una irrebatible proclama: Up the Irons!
Sitio web: www.facebook.com/ironboundpl  (M. M.)

lunes, 20 de noviembre de 2023

IMARI TONES: “Nabeshima" (2021) (Sliptrick Records)

 

NdE: Aun cuando la política de reviews en Rocka Rolla Web Zine es clara en cuanto a no reseñar trabajos de mas de un año de editados, en este caso haremos una excepción merced a la deferencia y buena onda de la banda en enviarnos su material y no hacer la típica avivada de enviar el link de descarga, costumbre cada vez mas arraigada tanto en bandas y sellos, ya sea foráneos como nacionales.

CD1: 1. Passion 2. Lord's Prayer 3. Sakura Day 4. Atomic Jam 5. 123,4&5 6. Sakura Night 7. Extravaganza 8. Chanbara 9. Yamagoya3 10. Jidai 11. Bloodthirsty 12. God Anthem
CD2: 1. Crucified Boy 2. Sonic Soldiers 3. The Garden 4. Who Are You 5. Sengoku Christians 6. Screaming Sin 7. Matsuo 8. Once In A Lifetime 9. Redemption 10. Tsukuru 11. Not Of This World 12. Utage

Autoproclamados como “el primer grupo japonés de heavy metal cristiano”, Imari Tones nos hacen llegar su noveno y último larga duración bajo el título de “Nabeshima", nombre que reciben las porcelanas de mayor calidad realizadas en el archipiélago.
Si bien el proyecto arrancó años antes de la mano de su líder, guitarrista y vocalista Takahiro “Tone” Nakamine, el trío oriundo de Yokohama -formado bajo el nombre de Imari Tomes en 2004 y completado en la actualidad por Marie al bajo y Shinryu a la batería- nos presenta un disco doble con dos docenas de temas, de los cuales 11 están cantados en inglés, otros tantos en japonés y dos son piezas instrumentales (Yamagoya3 y Tsukuru). El resultado de tal excesivo volumen de material es un desatinado popurrí que reúne pinceladas de soft y alternative rock, tintes progresivos y experimentales y, siendo muy generosos (y para no contradecir a la banda, todo sea dicho), algún remoto rastro de metal. Tal desmesura de dispares sonidos, embutidos sin demasiado ton ni son y enlazados siempre por la dulce y melodiosa voz de “Tone” Nakamine, acaba convirtiéndose en un atracón de difícil y pesada digestión.
En el espectro roquero encontraríamos los melódicos y logrados estribillos de Lord's Prayer y Sakura Day, la deliciosa semibalada titulada The Garden, la luminosa melodía de Who Are You y la festiva de Not Of This World, mientras que los matices más alternativos brillarían en Sakura Night, Chanbara y sus oscuras voces, Jidai con su cadencia sincopada y su bonita estrofa principal, así como en Bloodthirsty, Matsuo y Utage.
En una onda a medio camino entre lo progresivo y lo experimental nos toparíamos con Atomic Jam, Extravaganza, Once In A Lifetime y Redemption, y finalmente, dentro del abanico más próximo a los sonidos metálicos tendríamos la inicial Passion con su ritmo entrecortado, 123,4&5 y sus manifiestas influencias de la NWOBHM, God Anthem y el brillante trabajo de Nakamine a las seis cuerdas, la excelsa Sonic Soldiers, el dinamismo de Sengoku Christians y sus gritos de guerra samuráis, y Screaming Sin con un riff lacerante e intensas estrofas.
Quizás, si hubiesen publicado como en otras ocasiones un EP con 5 o 6 canciones (o si mucho me apuras, un álbum con 10 u 11) estaríamos igualmente ante una singular obra que fusiona las creencias cristianas con la sutil pátina de la lírica tradicional japonesa, pero muchísimo más accesible para los oídos poco avezados a semejante demasía.
Tal vez no se hizo la miel para la boca de asno de quien esto suscribe, así que sea cada cual el que decida unirse o no a las plegarias que esta tríada de presbíteros nipones se ha esforzado en convertir en música sacra. Que Dios los tenga en su santa gloria. Amén.
Sitio web: https://imaritones.net/ (M. M.)

sábado, 21 de octubre de 2023

THUNDERMAKER: “The Road” (2021) (Sliptrick Records)

NdE: Aun cuando la política de reviews en Rocka Rolla Web Zine es clara en cuanto a no reseñar trabajos de mas de un año de editados, en este caso haremos una excepción merced a la deferencia y buena onda de la banda en enviarnos su material y no hacer la típica avivada de enviar el link de descarga, costumbre cada vez mas arraigada tanto en bandas y sellos, ya sea foráneos como nacionales.

1. The Road (con Ronny Munroe) 2. Fire Burns Forever (con Tim “Ripper” Owens) 3. Broken Promises (con Ronny Munroe) 4. A Twin Flame Journey (con Ronny Munroe) 5. Fake (con Lars-Göran Petrov) 6. Symbiosis (con Rille Larsson) 7. The Runner & The Chaser (con Tim “Ripper” Owens) 8. Where Sorrow Dwells (con Rille Larsson) 9. 1111 (con Ronny Munroe) 10. Mi-Ya (Instrumental)

Con el señuelo de una “ópera metálica sueca” el multinstrumentista Marty Gummesson nos presenta “The Road”, el tercer trabajo conceptual de su proyecto Thundermaker y en el que trata “los viajes mentales y el despertar de nuestras almas. Un relato sobre cómo nos relacionamos unos con otros y reaccionamos ante las circunstancias que nos rodean. Una crónica sobre nuestro viaje en la vida y cómo seguir al corazón, los sueños y nuestras metas”.
La historia de este proyecto personal se remonta al año 2013 en la ciudad de Karlshamn de la mano de Gummesson y el batería Eddie Juneskär. Éste último, tras participar en los anteriores discos “The Thundermaker” (2014) y “Gods of the Earth” (2018), se bajó del barco y dejó a nuestro protagonista sólo ante el peligro en “The Road”, un álbum que contaba con un destacable elenco de vocalista invitados formado por Ronny Munroe (actualmente en Vicious Rumors), “Ripper” Owens (en este momento en K. K’s Priest), el desaparecido L-G Petrov (Entombed AD) y Rille Larsson (Supreme Majesty), y que ahora vuelve a la actualidad merced al lanzamiento de una edición limitada. Pero más allá de la prometedora relación de reconocidos cantantes y del incuestionable esfuerzo volcado por Gummessom durante todo el proceso de creación (muestra de ello la encontramos en los extenuantes solos de guitarra que nutren todas y cada una de las pistas), las composiciones planas y la inexistente variedad de tempos sobrecargan las piezas de un trabajo que suena excesivamente lineal, aburrido y, por qué no decirlo, hasta cierto punto decepcionante.
El tema homónimo abre la lata con un riff uniforme salpicado por notas de teclado y un Ronny Munroe un tanto titubeante en el comienzo, pero que recupera el pulso en el buen estribillo, Fire Burns Forever tiene unas guitarras crujientes que dan paso a un ritmo animado con un Ripper Owens que nos atraviesa con sus agudos imposibles en el verso principal, y Broken Promises cierra la tripleta inicial sonando siniestra y oscura, con un registro vocal que casa de maravilla con la atmósfera de la pieza.
A Twin Flame Journey brilla con una delicada entonación en las primeras estrofas y cierto groove en el estribillo, mientras que la plúmbea y descarnada Fake, con la participación del desaparecido L-G Petrov, se distancia estilísticamente de la tónica general del álbum más cercana a un power metal americano bastante genérico.
Symbiosis, a la postre la canción más redonda del plástico, luce un riff trabajado y dinámico, así como un amplio abanico de registros por parte de Rille Larsson, en tanto que la pesada The Runner & The Chaser cuenta con un notable patrón de batería y una voz atribulada de Ripper que se desdobla en el rompedor puente.
Where Sorrow Dwells tiene cierto resabio a Rainbow y una excelente interpretación por parte de Mr. Larsson, los teclados de 1111 junto al registro susurrado de Munroe tiñen la pieza de un conseguido ambiente apesadumbrado y, despidiendo la opereta, la instrumental Mi-Ya despliega un pegadizo motivo melódico.
En definitiva y ratificando lo dicho anteriormente, “The Road” resulta ser un álbum aparentemente muy apetitoso, pero omitiendo lances ocasionales no logra cumplir con las expectativas depositadas. ¡Desilusión mayúscula!
Sitio web: www.facebook.com/officialthundermaker (M. M.)

miércoles, 30 de agosto de 2023

SUBTERFUGE: “Philosopher” (2023) (Metal Mind Productions)

CD 1: 1. Sic Mundus Creatus Est 2. Seven Kingdoms 3. Mask Of Madness 4. Whisper 5. A New Kind Of People 6. Perfect System 7. Poor Man's Dream 8. Philosopher
CD 2: 1. Conflict 2. Course For Annihilation 3. Locked In Dreams 4. Letter Of A Dead Man 5. Depth Of Existence 6. Hide Your Dreams 7. No Epitaphs 8. Harmoniously Resonant 

Si buscas un álbum que pueda definirse con términos como dispar, variado o heterogéneo en su esencia, desbordantemente enrevesado en cuanto a su estructura, copioso en detalles y rico en contrastes, detente… ¡Tal vez te hayas topado en este “Philosopher” de Subterfuge con una insospechada mina de oro!
La formación, fundada en la ciudad polaca de Opoczno hace ocho años por el guitarrista Tyberiusz Słodkiewicz y de extensa nómina (el vocalista Mateusz Drzewicz, la cantante y violinista Kinga Lis, la teclista y flautista Karolina Kozar, el guitarrista Witold Nowak, el bajista Krzysztof Marchwacki y el batería Łukasz Dziubiński), nos ofrece su metal de amplio espectro que se extiende desde los dominios del death hasta los confines del prog, haciendo una breve parada en el hard rock, y en cuyos rincones más inhóspitos florecen tonadas de flauta, violín y bellas baladas. Fue el pasado mes de mayo cuando, tras los anteriores “Projections From The Past” (2018) y “Prometheus” (2019), el septeto libró la tercera y última entrega de su trilogía conceptual y distópica con la que proponen llevarnos “al mundo del story metal donde nadie ha estado antes, un territorio de luz y oscuridad, alegría y tristeza, un universo lleno de preguntas que es mejor dejar sin respuesta..."
La épica introducción Sic Mundus Creatus Est libera la furia contenida en Seven Kingdoms, una andanada de death metal con Drzewicz (Divine Weep, Hellhaim) tirando de guturales y alternándose con la lírica voz de Lis en el estribillo (en una estrategia que será empleada a lo largo de todo el trabajo) y, tras los abundantes solos, sorprende con un rompedor outro con teclado y acústicas. Mask Of Madness torna su inicial riffage cabalgante en una densa cadencia, permuta los tonos susurrados de Mateusz por otros más rugosos durante las estrofas y une a los dos vocalistas en el verso principal, Whisper es una delicada balada de aires folk interpretada por Kinga con melodías de violín, flauta y teclados, mientras que A New Kind Of People y Perfect System nos sacian con sus enseñas preñadas de hard rock y pinceladas de southern. Poor Man's Dream comienza con una bonita armonía extraída de las cuerdas de Lis y Słodkiewicz, en tanto que el tema título cierra el primer compacto combinando texturas aparentemente opuestas.
Conflict abre el segundo plástico con una apuesta por la contundencia, progresa bordeando de nuevo el death y tiene un cambio de ritmo con ciertos efluvios grunge, y Course For Annihilation nos presenta a los dos cantantes rasgando sus gargantas y extensos fragmentos en los que cada instrumento logra su cuota de protagonismo.
La bella pieza instrumental Locked In Dreams sirve de preludio a Letter Of A Dead Man, una pista de densa cadencia y opresiva ambientación, una atmósfera apesadumbrada en la que ahonda Depth Of Existence y que precede la llegada de un rompedor cambio de tempo repleto de blasts beats y ásperas inflexiones. Hide Your Dreams es una nueva y hermosa canción acústica con estribillo coral a dos voces, mientras que No Epitaphs y Harmoniously Resonant dan carpetazo al trabajo dejando la sensación agridulce de haber querido conformar dos complicados rompecabezas con piezas inconexas.
Subterfuge es un proyecto sólido y estable, aunque a diferencia de las otras bandas en las que participa Mateusz Drzewicz este no ha logrado convencerme con sus astutos pretextos.
¿Permanecerá “Philosopher” durante largo tiempo en mi reproductor de mp3? Sencillamente no, pero ¿vas a dejar que sea mi simple opinión la que te lleve a no prestar oídos a sus alegatos?
Sitio web: www.facebook.com/Subterfugepl (M. M.)

domingo, 23 de julio de 2023

BOTOLPH DISSIDENTS: "The Back Of The Beyond" (2022) (Independiente)

1. From Cradle To Urn 2. The Back Of The Beyond 3. Sciolists 4. The Creeds Of Cowards 5. Unshriven 6. The Wolf Who Cried Boy

"Saben aquel que diu [dice] que se encuentran en Tokyo un americano, un japonés y un australiano durante un concierto...". Aunque parezca el comienzo de uno de los chistes que podría haber firmado el gran humorista catalán Eugenio, es el punto de partida del casual origen de Botolph Dissidents, un trío internacional con base de operaciones en la capital nipona y formado en 2007 por el líder, guitarrista y cantante Andrew McGuire, el bajista Hideo Ohara y el batería David Austin. Los tres coincidieron en una sesión improvisada de rock y metal organizada por el primero, quién posteriormente logró convencer a los otros dos para que aceptaran la propuesta de unirse a la banda que quería armar al margen de su trabajo como profesor de guitarra.
Ahora, un año después de la publicación de “The Back Of The Beyond” y tras superar varios contratiempos familiares, Botolph Dissidents se dispone a promocionar su debut. Un álbum en el que, sobre las raíces clásicas del género, la tripleta construye un paradigma metálico fusionando el sabor a power europeo con gotas de thrash americano y trazas de otros distintos estilos. A través de este acerado epítome, el combo aprovecha la tradición reivindicativa que con frecuencia acompaña al metal como la vía para denunciar diversas causas globales y de este modo dar voz a aquellos que están siendo silenciados y reprimidos.
From Cradle To Urn abre la lata con un riff imperecedero por encima del que McGuire nos acribilla con sus palabras, un intenso estribillo y un ritmo funky en su parte central. Le sigue el tema homónimo de densa cadencia inicial y de verso principal bañado por una fina pátina de power del viejo continente, en donde Andrew ejecuta con absoluta maestría varios solos con multitud de partes dobladas, dando la sensación de que no es un único guitarrista quien los interpreta.
La batería sincopada y el riff entrecortado son las señas de identidad de Sciolists, un tema que rítmicamente puede llegar a recordarnos al primero, mientras que en The Creeds Of Cowards la naciente cadencia marcial es el preludio de un desenfrenado baqueteo, una diabólica línea de guitarra y un cambio de ritmo con unas frases rapeadas que no desentonan en absoluto.
Unshriven rompe la pana con un monumental riff, unas estrofas cargadas de agresividad y un estribillo que apunta hacia la gloria (aunque lo lastran unos desangelados coros), y The Wolf Who Cried Boy cierra el plástico con grandilocuencia, velocidad y dejándonos con ganas de más.
Botolph Dissidents son unos intachables instrumentistas que con “The Back Of The Beyond” han dado a luz un gran disco, ameno y grato de escuchar. Un trabajo que toma la esencia de las añejas barricas del metal clásico y le añade aromas variados y dispares, siendo capaz de reunir bajo un mismo techo a fans de la vieja guardia y de nuevo cuño. ¡Échale una escucha, vale mucho la pena!
Sitio web: www.facebook.com/profile.php?id=100063549579703 (M. M.)

domingo, 16 de abril de 2023

EXUL: “Path To The Unknown” (2022) (Defense Records)

1. Stupidity Regime 2. Rise Again 3. Lose All Control 4. The Hunt 5. Fight For Liberty 6. Path To The Unknown 7. Weaker Ones

No consideraría el thrash metal como uno de los estilos favoritos de quien suscribe estas líneas, pero cuando a las manos de cualquiera llega un debut como “Path To The Unknown”, los principios de las más firmes convicciones pueden advertirse vacilantes. Nos encontramos ante un trabajo que no pretende ir más allá de los preceptos que establecieron bandas clásicas como Testament, Anthrax o los primeros Metallica, pero concebido por los polacos Exul con tal grado de determinación, convencimiento y honestidad que es imposible no someterse ante él. Un sonido excelso, unos cambios de tempo fulgurantes, una voz sucia y agresiva, una dupla de guitarras que comparten solos y se funden en ígneas armonías, unas líneas de bajo soberbias y unos ritmos de batería demoledores e infatigables se exhiben con descaro en los 37 minutos que dura el plástico.
La carrera de estos thrashers desterrados empieza en 2011 en la ciudad de Zamość, en donde consiguen grabar su primera maqueta poco antes de realizar un parón en 2014. Tiempo después la banda recupera su pulso en Cracovia, siendo esta la localidad elegida para publicar una nueva demo en 2017 y forjar su puesta de largo con los instrumentos de Bogdan Sroka, quien se encarga de la voz, la guitarra y el bajo, Jakub Wróbel, quien se ocupa de la guitarra, y Mateusz Grela, quien se cuida de la batería.
La tripleta inicial formada por Stupidity Regime, Rise Again y Lose All Control podríamos encuadrarla dentro de las lindes del thrash metal más complejo, repleto de cambios de ritmo que encajan como un guante (de malla de acero, ¡no podía ser de otra manera!) en la estructura de las canciones, junto a estrofas y secciones musicales independientes que preceden a los copiosos y brillantes solos compartidos y armonizados.
Por su parte, The Hunt tiene un imponente riff heavymetalero, una cadencia trituradora y un solo armonizado, mientras que el tema que titula la obra tiene una bonita parte acústica en su comienzo (asolada tras la entrada de la distorsión) y una melódica línea vocal en el estribillo.
Finalmente, la pareja compuesta por Fight For Liberty y Weaker Ones se circunscribirían dentro de los esquemas del thrash directo y veloz, con riffs inalterables, un fantástico ritmo sincopado de batería en el primer corte, y un estribillo intenso y canalla en el segundo.
Resumiendo, “Path To The Unknown” es una avalancha de furioso thrash metal con la que Exul honra a la quintaesencia del género. ¡No les pierdas la pista!
Sitio web: www.facebook.com/exulofficial (M. M.)

lunes, 28 de noviembre de 2022

GLADIATOR: “Eternal Torment / Show Your Force” (2019) (Thrashing Madness Productions)

NdE: Aun cuando la política de reviews en Rocka Rolla Web Zine es clara en cuanto a no reseñar trabajos de mas de un año de editados, en este caso haremos una excepción merced a la deferencia y buena onda del sello editor en enviarnos su material y no hacer la típica avivada de enviar el link de descarga, costumbre cada vez mas arraigada tanto en bandas y sellos, ya sea foráneos como nacionales.

Eternal Torment Demo 89: 1.Otchłań Nocy Złej  2.Zły Znak  3.Siewca Zła  4.Wieczna Udręka  5.Zagałada Ludzkości (Instrumental)  6.Żądza Zabijania (Instrumental)
Show Your Force Demo 92: 7.Hindenburg  8.Sacrosong  9.Blackness Is Comin’  10.Fuck 'n' Roll  11.Show Your Force  12.A Way To Nowhere  13.Blood Like Fire  14.Xenophoby  15.Our Kingdom
Bonus Tracks: 16.The Key To Freedom  17.Blackness Is Comin’ (Instrumental)

La compañía Thrashing Madness ha rebuscado de nuevo en las galerías subterráneas de las catacumbas de los reinos del metal para ofrecernos -recopiladas por primera vez en formato de disco compacto y junto a un par de temas extras- las dos maquetas que conforman la amateur e integral discografía de la banda polaca Gladiator. Estos bestiarios naturales de Cracovia y en activo entre 1988 y 1992, circunscribían su propuesta en la encrucijada del thrash y el speed metal más tradicionales con incesantes cambios de ritmo como elemento más reconocible. Pero vayamos por partes… Respecto a "Eternal Torment”, nunca un título había definido de forma tan precisa un trabajo: una auténtica tortura será lo que nuestros oídos deberán soportar durante casi treinta minutos por culpa de un paupérrimo sonido distorsionado y confuso que sólo deja vislumbrar en la lontananza ocasionales buenas ideas. Otchłań Nocy Złej inicia la maqueta con una velocidad desenfrenada, un registro de voz muy deathmetalero y multitud de cambios de cadencia. Le siguen Zły Znak, con una buena línea de guitarra, Siewca Zła, con un poderoso arranque y ritmo descomedido, y Wieczna Udręka un denso medio tiempo de lento comienzo que precipita su compás en la parte final. Zagałada Ludzkości y Żądza Zabijania, las dos piezas instrumentales que cierran la demo resultan ser las más brillantes y dan rienda suelta a los cambios de tempo y a la aceleración desbordante que se han mostrado en los anteriores temas.
Por su parte “Show Your Force” sugiere una más que plausible mejora en el sonido, otorga mayor presencia a la melodía y apunta cambios en una formación en la que sólo sobrevive Tomasz Łabuda a la guitarra. Así Tomasz Szopa deja paso a Ziela en el bajo, Apocalyptic Hellhammer cede su puesto en la batería a Gerard Niemczyk, Robert Serczyk les pasa el testigo a Jacek Toroń a las seis cuerdas y Necronosferatus Guardian Luciferis hace lo propio con el micrófono.
Hindenburg tiene un arranque poderoso, con una buena melodía de guitarra y una voz que recuerda a la de míster Kilmister, mientras que Sacrosong y Blackness Is Comin’ son dos medios tiempos densos y agresivos con algunos agudos dispensados por Masłowski y unos estribillos en los que la banda pisa el pedal. Fuck' n' Roll es el típico e irresistible rock and roll pasado por el tamiz del metal, el tema que titula la maqueta nos muestra un riffage sobre el que se desarrollan las estrofas, un ritmo palpitante y una sutil variación melódica, y A Way To Nowhere es un corte instrumental de cadencia entrecortada, cambios de ritmo y gran presencia de Ziela con su bajo. Blood Like Fire tiene una intensa línea de guitarra, un puente influenciado por Megadeth y un musical verso principal, Xenophoby es un breve divertimento y Our Kingdom cierra la demo tape con una perenne armonía de guitarra, grandes redobles de batería y una fantástica melodía vocal. En el apartado de extras encontramos nuevamente dos temas instrumentales, The Key To Freedom con un riff lacerante y un fragmento rítmico duro y poderoso y Blackness Is Comin’ en esta ocasión sin la pista de voz.
Gladiator, como Witch, son otro fehaciente ejemplo de grupo que surgió de la escena underground de Polonia a finales de los ochenta y que creció bajo el mando de grupos como Sodom o Destruction. Más allá de este valor testimonial, poco aporta esta compilación.
Sitio web: www.oldschool-metal-maniac.com (M. M.)

sábado, 12 de noviembre de 2022

WITCH: "Inkwizycja 1990 - ..." (2018) (Thrashing Madness Productions)

NdE: Aun cuando la política de reviews en Rocka Rolla Web Zine es clara en cuanto a no reseñar trabajos de mas de un año de editados, en este caso haremos una excepción merced a la deferencia y buena onda del sello editor en enviarnos su material y no hacer la típica avivada de enviar el link de descarga, costumbre cada vez mas arraigada tanto en bandas y sellos, ya sea foráneos como nacionales.

1. We Slaves Of Our Gods 2. Satan Opened His Gates 3. Czarny zachód słońca 4. Twoje pierdolone sumienie 5. God Of Our Dreams 6. Popiół 7. Survival 8. Destiny 9. Inquisition… 1990 10. Talk On Me 11. Młot na czarownice 12. Cień martwej duszy 13. Nie pytaj 14. We Slaves Of Our Gods (rehearsal) 15. Witch (live in Warszawa) 16. Witch (instrumental)

¿Dispuesto a regresar por unos minutos a principios de la década de los noventa del siglo pasado? Si tu respuesta es afirmativa, adelante con la recensión, si no… ¡piénsatelo dos veces antes de seguir leyendo! "Inkwizycja 1990 - ..." es la reedición en formato cedé de los temas aparecidos en la cinta de cassette que bajo el título “Inkwizycja 1990-1997” representó la puesta de largo discográfica de Witch en 1993, si bien en esta referencia aparecen compilados junto a otras pistas grabadas durante su lacónica carrera.
El influjo de este aquelarre de brujas polacas naturales de Opole y formadas en 1992 (Mirosław Filipowski al bajo, Marian Piszczyński a la batería, Marek Walasek a los teclados, Adam Malinowski al micrófono y Roger Trela y Sławek Kopciuch a las guitarras) transita una línea entre el heavy abrupto y el thrash metal seminal, sonando en multitud de ocasiones como una particular encrucijada entre King Diamond y formaciones como Overkill o Destruction.
We Slaves Of Our Gods y Satan Opened His Gates concentran cambios de ritmo y voces en la onda del Rey Diamante, Czarny zachód słońca alterna una suave y lenta cadencia con un intenso crescendo y Twoje pierdolone sumienie es un medio tiempo de riff galopante y tempos sincopados.
La furiosa God Of Our Dreams nos muestra el amplio abanico de registros de Adam Malinowski emergiendo entre los compases del tema, Survival, precedida por la instrumental Popiół, tiene un fantástico ritmo inicial que se acelera y adquiere aires thrash, y Destiny goza de un ritmo entrecortado con el cantante alternando tonos agudos y limpios con otro más melódico en el estribillo.
Inquisition…1990 combina estrofas de suave tesitura con un verso principal intenso y presuroso, Talk On Me nos muestra la vertiente más melódica del combo que llega a sus más altas cotas con Młot na czarownice una curiosa balada con violín y una lírica voz femenina doblando la de Malinowski.
Cień martwej duszy abre el apartado de temas añadidos a la cinta original con un ritmo palpitante y una pulcra voz, al que le siguen Nie pytaj y su acertado toque alternativo, la versión instrumental de We Slaves Of Our Gods registrada en un ensayo, la toma en directo de Witch con una intensa línea de guitarra y un fragmento intermedio denso y pesado, y la interpretación instrumental de veloz riffage e imperial doble bombo.
Se hace extraño adivinar que resortes han desencadenado esta reissue en tanto en cuanto la formación en ningún momento ha anunciado su regreso ni la publicación de material nuevo. Un álbum lícito desde la perspectiva, por un lado, de reunir íntegramente la escueta producción musical de la banda y, por el otro, de valer como reclamo para aquellos arqueólogos metálicos en busca de agrupaciones que en su momento fueron castigadas con la indiferencia. Prescindible.
Sitio web: www.oldschool-metal-maniac.com (M. M.)

domingo, 4 de septiembre de 2022

VANQUISHER: “An Age Undreamed Of” (2022) (Stormspell Records)

1. Nemedian Chronicle 2. The Pride Of Aquilonia 3. Storming Venarium 4. Ode To The Slain 5. Reaver 6. Cimmeria 7. Trapped On Shamu's Plain 8. Battleborn 9. Savage Sword 10. Priests Of Set 11. Serpent God

¡Desenvainad vuestras espadas, levantad vuestras hachas, tomad vuestros escudos y preparad las pinturas de guerra! Rugid al viento que estáis listos para seguir a Vanquisher por Cimmeria, Estigia y Aquilonia -las tierras que en la Era Hiboria pisó Conan el Cimmerio- y recrear mediante el poder del heavy metal las hazañas de espada y brujería del famoso personaje creado por Robert E. Howard. Este grupo de aguerridos guerreros formado en Malmö en 2014 (Wulfhere The Executioner al bajo, Gorm Of The Pounding Hooves a la batería, Niord Of Nordheim a la voz, Heimdal The Warlord y Horsa The Untamed a las guitarras) y cuya producción se circunscribe al epé “A Demonstration Of Power”, los sencillos “Shadows Over Stygia” y “Storming Vanarium” y el prometedor debut que hoy analizamos, tiene una determinante cruzada: “desatar el poder despiadado y aplastante del heavy metal por todo el mundo y comenzar así una nueva era de barbarie”. Musicalmente su propuesta se ciñe a los parámetros del heavy metal clásico bañado por su vertiente más épica, al que añaden tintes de power europeo y algún fragmento de reminiscencia thrash, siendo “An Age Undreamed Of” un álbum repleto de himnos galopantes con coros guerreros, indestructibles melodías de guitarra solista y frecuentes cambios de ritmo.
Nemedian Chronicle es una introducción narrada con teclados orquestales que antecede a The Pride Of Aquilonia, una excelente pista de cadencia cabalgante, coros a lo Hammerfall y estribillo hímnico. La llamada a las armas de Storming Venarium tiene una batería sincopada, unas líneas vocales que se acercan a Manowar y unos rugidos que se aproximan a Powerwolf, y Ode To The Slain es toda una epopeya que empieza con unos heroicos cantos corales mientras la guitarra apunta la melodía, posteriormente arranca con intensidad y en su camino abraza diferente cambios melódicos y rítmicos enfatizados por voces seminarradas y guturales.
Reaver es una tempestad sonora de aires thrash que sólo afloja con la llegada del épico estribillo, y Cimmeria se inicia con un suave arpegio acompañado de una voz impostada y una latente armonía solista, progresa hasta un irresistible crescendo coronado por el hímnico verso principal y un par de cambios de tempo que alternan velocidad y densidad.
Trapped On Shamu's Plain tienen una densa cadencia acompasada que estalla con otra acelerada y furibunda variación rítmica que, precedida por un descarnado agudo, aparece secundada por gloriosos coros y un melodioso estribillo, y la fantástica Battleborn ahonda en lo mostrado en las anteriores canciones: duro riffage, intenso compás, épica estrofa principal y devastadora ofensiva instrumental lanzada por Heimdal The Warlord y Horsa The Untamed.
Savage Sword es una escabechina que no deja títere con cabeza merced a los intimidantes gritos que claman muerte, el destructor patrón de batería y las lacerantes guitarras, afiladas aquí como la cortante hoja del indómito hierro al que cantan, Priests Of Set es un medio tiempo crujiente con los consabidos y demoledores cambios de marcha, embravecidos coros y algún agudo que recuerda a King Diamond, y Serpent God es una extensa pista de cadencia pesada y tenebrosa en donde la banda se libra a enlazar fragmentos de diferentes tempos y tonalidades acompañados magistralmente por la exuberante interpretación de Niord Of Nordheim.
Con “An Age Undreamed Of” Vanquisher consiguen hacerse con una más que merecida victoria en un campo de batalla discográfico en el que luchan al lado de formaciones como Eternal Champion o Ironsword. Así pues, levantemos nuestros cuernos colmados de cerveza y brindemos por el pródigo futuro de estos bárbaros… ¡Salud!
Sitio web: www.vanquisher.se (M. M.)

jueves, 18 de agosto de 2022

IRON WINGS: “Ritual Of Rage” (2022) (Independiente)

1. Revelation Overture 2. Apathy 3. Nightmare 4. Angel 5. Necrophilic World 6. Afterlife 7. Virus 8. Summoning Ritual 9. Ritual Of Rage 10. The Raven 11. Devil’s Lullaby

Como un trago de aguardiente que abrasa tu garganta a medida que se precipitan por ella… así suena “Ritual Of Rage”, el nuevo trabajo de Iron Wings, una alquitara que destila una combinación de thrash y heavy metal acompañada de suaves notas de groove. Formados en Riga de la mano del guitarrista Dainis Andersons y el cantante y bajista Andris Veinbergs hace ya seis años, estos férreos letones lanzaron en 2017 el EP “Tumšie miglāji” y, relativamente poco tiempo después “Dzejnieks”, un primer álbum al que ahora han dado continuidad con “Ritual Of Rage”. Un trabajo, este que motiva hoy nuestra reseña, para el que han contado con la contribución de Jēkabs Zemzaris a la batería, y en donde la temática de las letras, cantadas por primera vez en inglés, pivota sobre el argumentario del simbolismo (el movimiento artístico surgido entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX).
Revelation Overture es una breve introducción con una línea de guitarra de aires épicos que da paso al furioso baqueteo, al retorcido riff y a los versos masticados de Apathy, cuyo estribillo busca la melodía escondida bajo la áspera voz de Andris Veinbergs.
Nightmare es una avasalladora pieza de ritmo entrecortado que te arrastra hasta lo más oscuro mundo de las pesadillas y Angel se inicia con unas armoniosas guitarras que ceden el testigo al riff y a la cadencia galopante que arrasa con todo.
Los inaugurales acordes limpios de Necrophilic World saltan por los aires tras la irrupción de las densas guitarras y la fuerza impresa por los versos anafóricos (aunque todo se desinfla tristemente después de ese absurdo e injustificado estribillo), Afterlife nos muestra su toque groovemetalero entre guitarrazos y baterías sincopadas y Virus nos infecta con su afiladísimo riff y un excelso trabajo de Dainis Andersons tanto en el apartado solista como en el rítmico.
Summoning Ritual en una breve pieza con dejes tribales que preludia al tema principal, en el cual Andris escupe sin piedad las palabras contenidas en los versos, The Raven brilla merced a su intensa cadencia y Devil’s Lullaby cabalga al galope hasta que las riendas tiran de ella con la llegada del estribillo.
“Ritual Of Rage” es puro, duro, agresivo y furioso… ¡Sólo apto para aquellos metaleros que no se andan con remilgos!
Sitio web: www.facebook.com/ironwingsband (M. M.)

domingo, 31 de julio de 2022

HELLHAIM: “Let The Dead Not Lose Hope” (2022) (Ossuary Records)

1. Axe To Grind 2. Devilyn 3. Virus 4. Zodiac 5. Hell Is Coming 6. La Santa Muerte / The Triumph Of Life 7. Aluminium & Ash 8. Livet Är Stunden 9. Metro

¡Por Jarowit, Perun y el resto de los dioses de la mitología eslava! ¡Menudo segundo álbum se han sacado de la manga estos polacos! Hellhaim se autodefinen como un combo de heavy metal extremo y no engañan a nadie: definitivamente “Let The Dead Not Lose Hope” es más heavy que una despiadada tormenta de clavos. Haciendo un poco de historia, la banda fue formada en 2009 por los guitarristas Albert Żółtowski y Piotr Konicki en la ciudad de Varsovia y, tras las incorporaciones del bajista Jaro Kaczmarczyk, el cantante Mateusz Drzewicz (quién también estampó su autoridad en “The Omega Man” de Divine Weep) y el batería Jaro Kaczmarczyk, acumula en su casillero el EP “In The Dead Of The Night” (2015) y el debut “Slaves Of Apocalypse” publicado hace ya cinco años. En el bárbaro trabajo que hoy diseccionamos, el quinteto mezcla a las mil maravillas la esencia del heavy metal tradicional con claras influencias del speed y el thrash estadounidense, a las que añade coqueteos con el death melódico y detalles puntuales de gothic.
Axe To Grind nos da la bienvenida con una veloz línea de guitarra y la rugosa voz de Mateusz Drzewicz modelando los versos y lanzando meritorios agudos, mientras que Devilyn, la pieza que le sigue, tiene un intrincado riff y muestra a nuestro vocalista usando un timbre cercano al de King Diamond en el estribillo y compartiendo micro con una fémina en un fragmento operístico.
Virus nos colma con un dinámico riffage, un canto oscuro en los primeros compases para dar pasos a un puente y un verso principal corales rematados por un efectivo dibujo de guitarra, y a continuación Zodiac tiene un riff asesino, una cadencia galopante, toneladas de guitarra solista y un espectacular estribillo melodioso a medio camino entre el himno y la épica.
Hell Is Coming es endiabladamente vertiginoso, con una demoledora batería de Jaro Kaczmarczyk y una excelsa interpretación de Drzewicz exhibiendo su amplia gama de registros a lo largo de todo el tema. La Santa Muerte/The Triumph Of Life tiene un ritmo contundente, unas sinuosas primeras frases sometidas por los timbales y el bajo, ese fantástico aire gothic que empapa la estrofa principal y un impecable trabajo de los dos guitarristas en la extensa parte con la que concluye la pieza.
Aluminium & Ash es una anecdótica pieza instrumental que sirve de preludio a Livet Är Stunden, otro vendaval cargado de desalmada velocidad guiado por una voz agresiva y gruesa, y Metro cierra la caja de los truenos con otro ritmo martilleante, un riff de largo desarrollo, un inteligente cambio melódico para encarar el estribillo y un demoledor fragmento que confluye en el solo.
Sin duda alguna, “Let The Dead Not Lose Hope” es uno de los trabajos más brutales y heavies del año. El que avisa no es traidor… ¡Recomendado!
Sitio web: www.facebook.com/HELLHAIM (M. M.)

miércoles, 20 de julio de 2022

IRONBOURNE: “Ironbourne” (2021) (Pure Steel Records)

1. The Dreamer 2. Elusive Reality 3. Varsel 4. Twilight Of Gods 5. Too Late 6. Covenant 7. Hit The Wall 8. Runaway 9. Year Of Judgement

“Mientras unos dieron su vida por la extracción del hierro, otros la dan por el heavy metal” reza solemne el inspirado texto promocional que presenta a esta novel banda sueca. Pero que la noche no nos confunda: si bien Ironbourne -nombre surgido en honor a los valerosos antepasados que dieron sus vidas extrayendo el mineral de hierro de los pozos mineros- se define orgullosa como una formación de heavy metal, tal vez sería más acertado decir que su estilo se encuentra escorado hacia un hard rock que bebe de la esencia del heavy metal más seminal. En base a esto, el curtido quinteto de Ludvika (fundado en 2019 por Olof Geijer a la guitarra, Lars Andersson al bajo y Stefan Viktorsson a la batería, a los que posteriormente se les unieron el cantante Torbjörn Andersson y el guitarrista Jonas Windle) nos ofrece en su debut homónimo un trabajo dominado por los pesados e inalterables riffs de guitarra, las sobrias y densas cadencias rítmicas y el buen trato de la melodía, encarnado por el registro rugoso y potente de Andersson que se eleva hasta tonos más altos y suaves para abordar los emocionales estribillos.
The Dreamer comienza con una imperturbable melodía arpegiada con cierto regusto southern y se sumerge en una esencia roquera heredada de los británicos The Cult, mientras que Elusive Reality posee una entrada oscura que rememora a Black Sabbath, pero que progresa hasta adquirir un ritmo similar al del tema The Zoo de los germanos Scorpions.
Varsel, la única pieza cantada en sueco, maneja un impertérrito riff con cierto aire groove sobre el que se van superponiendo los versos hasta llegar a la emotiva estrofa principal, y el ritmo cabalgante de la brutal Twilight Of Gods nos brinda un corte claramente deudor del libro de estilo de Manowar, con un épico estribillo y unos coros castrenses típicos en los neoyorquinos.
La melodía acústica a dos guitarras es la protagonista de la poderosa balada Too Late, con un bonito crescendo coronando el verso principal, y por su lado, un irresistible ritmo sincopado (que evoca remotamente al de Train Of Consequences de Megadeth) se adueña de Covenant.
Hit The Wall tiene un sombrío arpegio, unas saturadas notas de bajo y un denso riffage, Runaway imprime mayor velocidad al discurso ofrecido por los suecos hasta el momento, con un lacerante punteo recortando las frases y un resolutivo estribillo, y Year Of Judgement se impregna de cierto aire doom con la voz seminarrada entre notas de bajo y armónicos de guitarra, y despega con un posterior y letal ritmo galopante.
Todavía les queda mucha piedra por picar, pero el yacimiento abierto con “Ironbourne” concentra minerales suficientes para proporcionarnos un filón de férreo metal en el futuro.
Sitio web: www.ironbourne.se (M.M.)

miércoles, 6 de julio de 2022

THE DARK HORDE: “The Calling” (Independiente) (2021)

1. Introduction 2. Mask 3. Childhood 4. Victim 5. Therapy 6. Memory 7. Destiny 8. Puppet 9. Xenogenesis 10. Rebirth 11. Slaughter 12. Awakening

Curiosa propuesta la que nos presenta el polifacético escritor australiano Andrew Brewin Drage en “The Calling”, la precuela musicada de su galardonada novela de terror “The Dark Horde”. Para dar forma a tan magno proyecto, Brewin  (que aparte del concepto argumental también se cuida de la producción y la dirección musical) se ha rodeado de un conjunto de actores, músicos y vocalistas afincados en Melbourne -entre los que encontramos al actor Kevin Powe, encargándose de la narración, a Hanny Mohammed (Black Majesty) ocupándose de la guitarra, el bajo, la batería y los teclados, a Logan Jacobs haciendo lo propio con las seis cuerdas y las teclas, y a Danny Cecati (Wicked Smile, ex-Pegazus, ex-Eyefear) capitaneando las voces- para crear lo que él define como “una historia de terror sobrenatural ambientada con una banda sonora de heavy metal de los ochenta”. Y razón no le falta ya que la obra fusiona a la par ambos elementos: por un lado, nos encontramos con exuberantes y atmosféricos interludios musicales repletos de fragmentos narrados y teatralizados que ayudan a entretejer la historia de Henry Anthony Wilcox, mientras que por el otro nos topamos con las pistas netamente metálicas en donde participa la banda al completo.
Introduction comprende la grabación en la que el joven protagonista ha dejado registradas sus últimas palabras, secundada por tétricos acordes y notas de teclado, y Mask empieza con un punteo acústico que va creciendo con la llegada de la distorsión y alcanza una cadencia palpitante, al tiempo que Dany Cecati nos muestra su inconfundible registro cercano al de Bruce Dickinson.
Childhood es un entreacto narrado con una línea de guitarra y unos teclados que desembocan en un fantástico y pesado ritmo, en tanto que Victim contiene un riff y un punteo heredero de la era pos-”Painkiller”, una tesitura de voz muy agresiva, una estrofa principal cargada de dramática emoción y una bonita armonía.
Therapy es una nueva pista teatralizada y Memory comienza con una resultona melodía que dará paso a unas guitarras cabalgantes entre las que el cantante combinará dos diferentes registros a modo de diálogo.
Destiny ahonda en la vida del personaje central en medio de acordes entrecortados y una brillante armonía por parte de la dupla Mohammed/Logan, mientras que Puppet cuenta con la acometida de los guturales de Shaun Farrugia (In Malice's Wake) que empastan fenomenalmente con el canto de Cecaty, en una oscura canción con un inesperado y veloz arranque en su ecuador.
Xenogenesis es el último interludio narrado que da paso a Rebirth, un gran corte que se mueve entre la dualidad de las suaves guitarras arpegiadas acompañadas de la voz seminarrada y la intensa distorsión escoltada por el registro vocal más combativo.
Slaughter tiene cierto regusto a power americano, con un enérgico riff y un sólido doble bombo, y Awakening atesora una preciosa melodía vocal cargada de dramatismo con una nueva colaboración de Farrugia.
Si lo tuyo son las historias de miedo herederas de discos de la talla de “Abigail” o “Them”, ambos del Rey Diamante y sencillamente por citar dos paradigmáticos ejemplos de esta categoría, la llamada de la congregación de las hordas oscuras no va a defraudarte.
Sitio web: www.facebook.com/TheDarkHorde (M. M.)

martes, 24 de mayo de 2022

SONGS FROM THE BLACK SPIRIT: “I Am Who I Am” (2020) (Sliptrick Records)

CD 1: 1. Saecula Obscura 2. Love Is Blind 3. Avalon 4. Memories 5. Time 6. The Wolfman 7. My Devotion 8. Attack!!! 9. Fire And Water 10. Only Ashes
CD 2: 1. My Way Home 2. Please Come Back 3. World Is Turning 4. Naked In The Rain 5. Paranoia 6. Whore Of Babylon 7. Chasing Starlight 8. My Life My Death My Destiny 9. Queen Of The Lies

Songs From The Black Spirit es el proyecto en solitario del cantante Vitalis 'Don Vito' Kairiūkštis (líder del grupo lituano de heavy metal Spicy Bits Of Scandal) que se ha rodeado de una cuarentena de músicos invitados para dar forma a un ambicioso doble álbum elocuentemente titulado “I Am Who I Am”. En esta aventura que empezó a gestar en 2016, “Don Vito” da rienda suelta a su creatividad sin cortapisas, reuniendo 19 canciones (de las cuales 4 son regrabaciones de temas de su banda madre) difíciles de encasillar bajo una sola etiqueta: la combinación de sonoridades diversas es a todas luces evidente, pudiendo encontrar (más allá de la lógica influencia del metal tradicional) elementos melódicos y progresivos, ecos de hard rock, pinceladas bluseras y peculiaridades folclóricas con la incorporación de instrumentos tradicionales.
El primer cedé se abre con Saecula Obscura, una inquietante y breve intro, que enlaza con el riffage de Love Is Blind, una composición en la que participa una voz femenina dando la réplica a Kairiūkštis en un estribillo de bonita progresión melódica. Avalon se inicia con una armonía celta y un ritmo powermetalero, y el registro de Vitalis recuerda al de Kai Hansen (Helloween, Gamma Ray). Memories incorpora el sonido del Hammond, Time nos brinda un cambio de ritmo de desolada armonía y The Wolfman tiene una cadencia palpitante y un verso principal cargado de emotividad.
My Devotion y Fire And Water son dos cortes baladísticos: el primero tiene un envolvente sonido de órgano y un bonito punteo de guitarra, y el segundo cuenta con la participación de una fabulosa voz invitada en el desgarrador estribillo. Attack!!! empieza con coros castrenses, despliega un motivo de guitarra que evoca a Blind Guardian y exhibe una épica combinación de voces limpias y guturales, mientras que Only Ashes tiene una profunda esencia bluesy.
El segundo compacto se abre con My Way Home, tema de seductora entonación, al que le sigue Please Come Back con un efectivo cambio melódico y World Is Turning, una original pista merced a la aliteración de las primeras palabras de los versos que desembocan en un pegadizo estribillo. Naked In The Rain tiene unas fantásticas guitarras rítmicas sustentando la estrofa principal, Paranoia una cadencia entrecortada y Whore Of Babylon una melodía de aires orientales y unos teclados que nos remiten a Kamelot.
Chasing Starlight es nueva balada de dulce desarrollo, My Life My Death My Destiny es otra de las brillantes piezas del álbum, con un grueso riff y unos teclados que le dan un aire propio del más genuino hard rock americano, y Queen Of The Lies es el colofón dominado de arriba a abajo por unos atmosféricos teclados.
En líneas generales “I Am Who I Am” cuenta con una buena producción y el material es agradable a los oídos, pero a pesar de contener buenas canciones, su pulso general es demasiado lineal y, salvo contadísimas excepciones, resulta difícil encontrar temas que despierten nuestro entusiasmo. Salvado este contratiempo, seguro que los fans de Spicy Bits Of Scandal sabrán disfrutar de la faceta personal que su cantante estampa en Songs From The Black Spirit.
Sitio web: www.facebook.com/sbsband.lt (M. M.)

domingo, 8 de mayo de 2022

FIERCE ATMOSPHERES: “The Speed Of Dreams” (2021) (Qumran Records)

1. From Ashes 2. Fear Is A One Way 3. A Song To The Land Of The Living 4. High And Hellbound 5. The Words That Enslave 6.The Stain 7. Easy To Fall 8. Servant 9. One More For The Dying

Encabezados por el cantante segoviano Taran de Pablos, la banda americana Fierce Atmospheres -completada por Lance King al bajo, John Ashe a la batería, Sean Coogan a la guitarra y Eric Gosselin a la guitarra y los teclados- nos presenta su sólido e intachable “The Speed Of Dreams”, un segundo larga duración precedido por un par de maquetas, un EP y su opera prima “Pariahs, Misfits and Sinners” publicada en 2018. El quinteto -afincado actualmente en Chicago y en activo desde principios del nuevo milenio- declama un power metal norteamericano con pincelades progresivas cuyos matices (centrados en las cadencias sincopadas, la elaborada instrumentación rítmica, los complejos patrones de batería y los desarrollos que incorporan fenomenales estrofas adicionales) están perfectamente ponderados y en ningún momento restan energía ni dinamismo a unas composiciones que no caen tampoco en una absurda ostentación de innecesaria complejidad.
From Ashes insinúa inicialmente una melodía que acaba convirtiéndose en el riff que progresa hasta un palpitante ritmo impulsado por el doble bombo, y nos permite disfrutar tanto de la ardiente garganta de Taran como de los soberbios solos de las cuatro y las seis cuerdas. El segundo corte, Fear Is A One Way, exhibe un riff de intrincado desarrollo y un fantástico cambio de tempo y melodía después de la segunda estrofa, A Song To The Land Of The Living tiene unas trabajadas líneas de guitarra y bajo, un emotivo estribillo y unos versos adicionales perfectamente hilvanados, y High And Hellbound empieza con aires orientales, prosigue con el profundo sonido de Lance King complementándose con los motivos solistas de Sean Coogan y se corona con la abrasadora interpretación de DePablos, cuyo registro y musicalidad recuerdan a los del añorado Ronnie J. Dio en la pieza TV Crimes de Black Sabbath.
Los primeros compases de The Words That Enslave son densos y pesados hasta la llegada del fabuloso verso principal marcado por una gran variación rítmica, la brutal The Stain es una oscura pista de cadencia sincopada que va adquiriendo velocidad e intensidad a medida que progresa, mientras que Easy To Fall tiene un sugerente comienzo con notas de teclado, un potente y pegadizo estribillo (con el vocalista nuevamente pletórico) y una apoteósica recta final.
Servant pone el acento en otro extenso y enrevesado riffage y One More For The Dying lo hace en una extensa parte etérea que desemboca en un veloz cambio de tempo.
“The Speed Of Dreams” es un magnífico álbum mezclado y masterizado por Andy LaRocque (King Diamond) en sus Sonic Train Studios, de escucha indispensable para los fans de Steel Prophet, Jag Panzer y todos aquellos que abogan por una orientación más clásica que progresiva dentro del US metal.
Sitio web: www.facebook.com/fierceatmospheres (M. M.)

sábado, 23 de abril de 2022

FUGATTA: “The Darkest Planet” (2021) (Shamash Records)

1. Overture XXI 2. The Dark Land We Belong 3. Sons Of Siria 4. Beyond The Light 5. Slaves Of Heaven 6. Gates Of Atlantis 7. Lethal Virus 8. Metal Invaders 9. Duality (The Inner War) 10. The Freedom Of My Spirit 11. The Dark Land We Belong (versión en español con Alberto Rionda)  12. The Metal Invaders (con Ivan Giannini)

Debo confesarlo, tengo debilidad por el power metal europeo. Es por eso que, cuando escucho álbumes como “The Darkest Planet”, mis labios esbozan una sonrisa que permanece hasta que resuena su última nota. Los artífices de ello son la banda mexicana Fugatta, en activo desde 2007 y con un EP más los álbumes “Mystic Kingdom” (2011) y “Tales Of A New Century” (2019) en su casillero. Tras las continuas deserciones de los miembros fundadores, los componentes actuales (Daniel Viña en la voz, Hugo Medina en el bajo, Homero Lezama en los teclados, Eusebio Medrano en la guitarra y Ignacio Salmerón en la batería) se ha hecho suyo el libro de estilo del power desarrollado en el viejo continente y han combinado el dramatismo sinfónico de las bandas italianas con la velocidad y el virtuosismo neoclásico de las formaciones nórdicas. Si te gustan Rhapsody, Stratovarius y otras bandas que crecieron a su amparo, el quinteto de Guadalajara no va a dejarte indiferente: vertiginosos tempos y radiantes melodías, avasalladoras baterías con el doble pedal a piñón fijo, formidables guitarras e imponentes teclados que se entrelazan en excelentes duetos, y un solvente cantante -de voz fina y aguda- cuyo talón de Aquiles se encuentra en su imperfecta fonética inglesa.
Overture XXI es la descomunal introducción orquestal acompañada por un bello coro lírico de voces mixtas que precede a The Dark Land We Belong, una pieza de brutal doble bombo sobre el que transitan las brillantes melodías de guitarra y teclados, coronada por un apasionado estribillo. La veloz Sons Of Siria enconde un verso principal de aquellos que erizan la piel, un fragmento instrumental de aires étnicos y un solo de la escuela del maestro Malmsteen, y Beyond The Light empieza con una bonita melodía de flauta que será el motivo sutilmente modificado sobre el que Daniel cantará unas estrofas excelentemente rematadas por el dibujo de las seis cuerdas de Eusebio.
Slaves Of Heaven adquiere personalidad propia por la manera cómo Viña cercena las sílabas de las primeras palabras de los versos y por como éstas se entretejen con los coros, mientras que Gates Of Atlantis es una pista instrumental que evoca a Stratovarius, con toneladas de solos servidos magistralmente por la dupla Medrano/Lezama.
Lethal Virus es una lenta y emotiva semibalada con un estribillo cargado de dramatismo que recuerda a los primeros Rhapsody, una canción diametralmente opuesta a Metal Invaders, un veloz power metal de primera con unos fantásticos teclados y una excelente estrofa principal aupada por una abrumadora línea de bajo y una impetuosa batería.
Duality (The Inner War) es otra singular pieza, con un buen riffage de cadencia entrecortada, un sorpresivo puente -con unas voces guturales y el golpeteo demencial de Salmerón- y un épico estribillo, y el eufórico The Freedom Of My Spirit cierra el álbum por todo lo alto con una melodía de teclado propulsada hasta la extenuación por el arrollador doble combo, un verso principal de pura fantasía y el guiño a Powerwolf en los puntuales coros marciales.
A modo de temas extras, la banda nos obsequia, por un lado, con la versión en español de The Dark Land We Belong con un superlativo solo de Alberto Rionda de Avalanch y, por el otro, con la participación en The Metal Invaders de la poderosa voz de Ivan Giannini de Vision Divine, quién alterna tareas vocales con Daniel Viña. Qué más se puede decir… ¡excelsa placa!
Sitio web: www.fugatta.com.mx (M. M.)

domingo, 10 de abril de 2022

AXEWITCH: “Out Of The Ashes Into The Fire” (2021) (Pure Steel Records)

1. The Pusher 2. In Pitch Black Darkness 3. Dues To Pay 4. Let Sleeping Dogs Lie 5. Boogie Of Death 6. Losing You 7. Going Down 8. The Healer 9. Lie To Me 10. Violator 11. Nightmare (Bonustrack) 12. Axewitch (Bonustrack)

El sello alemán Pure Steel ha vuelto a sacar del ostracismo a otra de aquellas bandas surgidas a principios de los ochenta que, tras una brevísima carrera, desaparecieron del mapa sin que se les haya echado demasiado en falta. Axewitch es un combo sueco, con base de operaciones en Linköping, que desarrollaron inicialmente su carrera entre 1981 y 1985. Durante ese fructífero periodo lanzaron una maqueta, dos epés y tres elepés, pero después de “Hooked On High Heels” decidieron poner punto final a su fugaz aventura. 36 años más tarde, los miembros originales (Mats Johansson a la batería, Magnus Jarl y Mikael Johansson a las guitarras y Anders Wallentoft al micrófono) decidieron reagrupar el aquelarre y -con la incorporación del bajista Björn Hernborg- publicar “Out Of The Ashes Into The Fire”, un cuarto álbum con el que las brujas emergen de sus propias cenizas para conservar vivo el fuego del género.
El quinteto nos presenta un heavy metal clásico de raíces germanas e influencias de la NWOBHM sazonado con un poco de hard rock estadounidense, algo así como un cruce entre algunos de los aplastantes riffs de Accept, el toque distintivo de Dokken y una voz de rango similar a la de Dee Snider de Twisted Sister. Un trabajo cimentado sobre la base de la profundidad y la solidez de los mid-tempos y cuyo gran acierto radica en conservar la esencia sonora de la década dorada del metal, pero brindándole una acertada producción contemporánea. Con todo y con eso, no podemos hablar de un disco aplastante (como tampoco lo es la discografía anterior del grupo, seamos sinceros), pero sí de una reanudación congruente y honesta del recorrido truncado de una formación que, como tantas otras, vuela por debajo del radar del público masivo.
The Pusher tiene un riffage muy Accept y un efectivo puente marcado por una fantástica variación de melodía y de tempo, In Pitch Black Darkness posee una lenta cadencia y un coral estribillo que le concede un aire del metal americano de Dokken, y Dues To Pay atesora un fantástico trabajo de la pareja formada por Jarl y Johansson y un verso principal que recuerda a Van Halen.
Let Sleeping Dogs Lie descubre un riff machacón y roquero, mientras que la voz de Wallentoft -que suena aquí muy próxima a la del señor Snider- encara un determinante estribillo. Boogie Of Death es un fantástico y metalizado boogie rock, Losing You tienen una gran línea de guitarra rítmica secundando las estrofas y una melódica estrofa principal, y Going Down asombra con su ritmo pesado, su genial pincelada groovemetalera y otro más de la ristra de fabulosos solos.
The Healer es una pieza oscura y de embriagador compás, Lie To Me sorprende con su marcial batería, su ritmo cabalgante y otro maravilloso puente que nos conduce hasta el crudo estribillo, y Violator cierra el álbum con Anders dejándose la voz para dar la réplica a los coros del verso principal.
Finalmente, y como temas extras, nos encontramos con Nightmare y Axewitch, dos cortes aparecidos en su primera demo-tape datada de 1982, a los que el combo ha dado una vuelta de tuerca añadiendo nuevas melodías vocales y otorgando un mayor empaque instrumental.
“Out Of The Ashes Into The Fire” es un trabajo sólido y sin sorpresas con el que Axewitch reemprenden el camino allí donde lo dejaron hace cuarenta años. Los hechiceros han vuelto a enarbolar su hacha de doble filo y por ende sus fans, así como todos aquellos que vibran con el metal de la vieja escuela, deberían brindar sus cuellos a modo de ofrenda ante el irremediable embate del afilado acero.
Sitio web: www.axewitch.com (M. M.)