El doom que más me gusta suele ser el que no es del todo puro, sino que lleva ciertas impurezas particularmente rockeras, y de igual manera, el rock puro no es normalmente mi estilo favorito, pero en cambio me encanta cuando está altamente contaminado por el doom metal. Y así es la tónica de este disco de A Thousand Sufferings. En “Burden” se confabulan las influencias típicas de bandas como Candlemass con las más “modernas” o accesibles de Cathedral, pasado por un tamiz pesado que recuerda a Celtic Frost y Venom por partes iguales.
Esta producción cuenta con cuatro temas, todos muy bien logrados y respetuosos de la vieja escuela. Alguna vez mencioné en otra reseña, que un grupo que suena igual en todas sus canciones debería dedicarse a otra cosa; en este caso, aunque todas las canciones tienen básicamente el mismo estilo y una marca de identidad inconfundible, aún así no son idénticas y cuentan con la suficiente variedad para que valga la pena escucharlas todas. Particularmente me gusta mucho el tercer track, “Black Is Burden (Lamentation)”, dueño de un groove irresistible.
En resumen, ha sido un placer encontrarme con este disco y reseñarlo, una banda más que proviene del under y que vale la pena descubrir.
Sitio web: www.facebook.com/a.thousand.sufferings (J.S.)
En resumen, ha sido un placer encontrarme con este disco y reseñarlo, una banda más que proviene del under y que vale la pena descubrir.
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