1. Hell To Pay 2. Bad Attitude 3. Letting Go 4. Court Of Clowns 5. Something To Believe 6. Walls Fall Down 7. Shadowland 8. Covered In Lust 9. Fallen 10. In Memorium
“Ni retirada, ni rendición, esta es la ley de Esparta. Y por la ley de Esparta, nos quedaremos y pelearemos. Y moriremos”. La jura del estricto cumplimiento de esta norma fue la que llevó a este destacamento creado en Sunderland en 1980 a reagruparse en 2008 (con cuatro de los cinco miembros originales, veintitrés años después de perpetrar su última ofensiva) y salir a defender en el campo de batalla un legado compuesto por “Steel And Chains” (1983) y “Spartan Warrior” (1985), dos trabajos que, junto a su participación en el recopilatorio “Pure Overkill” (1983), le encumbró a la categoría de banda de culto. “Behind Closed Eyes” (2010) les llevó de nuevo al ardor de la lucha y en el reciente “Hell To Pay” muestran -con varios reajustes en sus filas- toda su armería de puro heavy metal con ese inconfundible sonido acuñado por las bandas que, como ellos, integraron el movimiento de la NWOBHM.
Los rápidos, efectivos, directos y poderosos riffs, los afiladísimos solos, los ataques duales de las aceradas guitarras de Neil Wilkinson y Dan Rochester, la incombustible base rítmica comandada por Tim Morton al bajo y James Charlton a la batería, y la particular y aguzada voz de Dave Wilkinson (que en ocasiones puede recordar remotamente a la de Blaze Bayley y que junto a la guitarra de su hermano conforman a día de hoy el reducto de la formación inicial), conducen a Spartan Warrior a una victoria segura en la que no hace prisioneros.
El corte que da título al plástico es conciso y cortante como la hoja de una xifos, Bad Attitude es un potente medio tiempo que esconde en su interior reminiscencias del riff de Breaking The Chains de Dokken y un outro rompedor, y Court Of Clowns comienza con un matador riff a dos guitarras y atesora una hipnotizadora parte instrumental intermedia. En el ecuador del disco las guitarras acústicas de Something To Believe anuncian la llegada de esta personal e íntima power ballad, mientras que las eléctricas de Covered In Lust escupen brutales solos compartidos y una preciosa armonía doblada. Por su parte, las florituras del bajo en Fallen son sobresalientes y la manera de atacar las estrofas de Dave en In Memorium son las más brillante del álbum, con los riffs y las líneas vocales casando a la perfección. A mi modo de ver, la voz es el tendón de Aquiles de estos guerreros espartanos y salvo en este último tema, en donde aparece más arropada y dotada de mayor empaque, en el resto de composiciones se muestra excesivamente frágil y desangelada. Pero esta humilde opinión no debería poner en tela de juicio las virtudes y el legítimo valor del “Hell To Pay”, el cuarto álbum del quinteto británico, cuyo resultado suena tan natural y genuino que parece sacado directamente de una cápsula del tiempo enviada desde los anales en los que se empezaron a cimentar las bases del sonido de la NWOBHM y que hará enloquecer a los acérrimos (¡atentos fans de Angel Witch, Tokyo Blade o Grim Reaper!) de tan célebre corriente. “¡Espartano! Regresa con tu escudo o sobre él”.
Los rápidos, efectivos, directos y poderosos riffs, los afiladísimos solos, los ataques duales de las aceradas guitarras de Neil Wilkinson y Dan Rochester, la incombustible base rítmica comandada por Tim Morton al bajo y James Charlton a la batería, y la particular y aguzada voz de Dave Wilkinson (que en ocasiones puede recordar remotamente a la de Blaze Bayley y que junto a la guitarra de su hermano conforman a día de hoy el reducto de la formación inicial), conducen a Spartan Warrior a una victoria segura en la que no hace prisioneros.
El corte que da título al plástico es conciso y cortante como la hoja de una xifos, Bad Attitude es un potente medio tiempo que esconde en su interior reminiscencias del riff de Breaking The Chains de Dokken y un outro rompedor, y Court Of Clowns comienza con un matador riff a dos guitarras y atesora una hipnotizadora parte instrumental intermedia. En el ecuador del disco las guitarras acústicas de Something To Believe anuncian la llegada de esta personal e íntima power ballad, mientras que las eléctricas de Covered In Lust escupen brutales solos compartidos y una preciosa armonía doblada. Por su parte, las florituras del bajo en Fallen son sobresalientes y la manera de atacar las estrofas de Dave en In Memorium son las más brillante del álbum, con los riffs y las líneas vocales casando a la perfección. A mi modo de ver, la voz es el tendón de Aquiles de estos guerreros espartanos y salvo en este último tema, en donde aparece más arropada y dotada de mayor empaque, en el resto de composiciones se muestra excesivamente frágil y desangelada. Pero esta humilde opinión no debería poner en tela de juicio las virtudes y el legítimo valor del “Hell To Pay”, el cuarto álbum del quinteto británico, cuyo resultado suena tan natural y genuino que parece sacado directamente de una cápsula del tiempo enviada desde los anales en los que se empezaron a cimentar las bases del sonido de la NWOBHM y que hará enloquecer a los acérrimos (¡atentos fans de Angel Witch, Tokyo Blade o Grim Reaper!) de tan célebre corriente. “¡Espartano! Regresa con tu escudo o sobre él”.
Sitio web: www.facebook.com/spartanwarriorofficial (M.M.)
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