Parece un chiste, hace poco Javier posteo un disco de Dimenssion llamado así.
Y es lo que estoy viviendo en este momento.
El plano personal es muy bueno, como todos, tengo altas y bajas, por suerte, más altas que bajas. Un amor consolidado (Dios o el Destino así lo quieran), un trabajo estable, amigos, familia…
Pero (siempre hay un “pero”) en lo que es el plano “profesional” (sé que para algunos, escribir reseñas y reportajes en una web o blog no es una profesión, pero les aseguro que las presiones están) las cosas, para mí, no son en color de rosa.
Más allá de que llevo ya más de un año escribiendo en la web de mi querido amigo de la vida Javier, cosa que me pone feliz y cómodo, en otros ámbitos, no es tan así. Como dije el año pasado, los sellos de acá son relativamente pocos los que confían en los periodistas independientes (nuevamente, para algunos ni soy periodista, ni merezco que me tengan en cuenta, pero les juro que vengo trabajando hace mas de 10 años en esto de la música extrema, hard rock, heavy metal y demás) y hasta los ningunean, a menos que necesiten hacer notas (porque los artistas a su vez les exigen, entonces tienen que invitar a todos para llenar espacio) y después se olvidan.
Veo un desagradecimiento terrible en sellos y managers/prensas de bandas nacionales, mientras que las de afuera apuestan un poco mas y hasta a veces se comunican con vos y te preguntan “que posibilidades tiene mi banda de conseguir un promotor y tocar en tu país?” y a lo mejor los tipos son de Alemania!! De estos casos, tengo por montones.
Este año he escuchado cientos de discos (literalmente) y realmente es auspicioso en panorama. Muchos buenos discos, muchos y de calidad, son un porcentaje importante contra los que no me gustaron. Mejores recursos para grabar, mejores cantantes y músicos… Ojala que ellos, los músicos, se preocupen un poco más en llegar a los medios chicos, saltando incluso sobre los sellos y managers. Como dije miles de veces, el problema con el negocio de la música, es el negocio. Y para peor, es negocio para unos pocos.
Más allá de que llevo ya más de un año escribiendo en la web de mi querido amigo de la vida Javier, cosa que me pone feliz y cómodo, en otros ámbitos, no es tan así. Como dije el año pasado, los sellos de acá son relativamente pocos los que confían en los periodistas independientes (nuevamente, para algunos ni soy periodista, ni merezco que me tengan en cuenta, pero les juro que vengo trabajando hace mas de 10 años en esto de la música extrema, hard rock, heavy metal y demás) y hasta los ningunean, a menos que necesiten hacer notas (porque los artistas a su vez les exigen, entonces tienen que invitar a todos para llenar espacio) y después se olvidan.
Veo un desagradecimiento terrible en sellos y managers/prensas de bandas nacionales, mientras que las de afuera apuestan un poco mas y hasta a veces se comunican con vos y te preguntan “que posibilidades tiene mi banda de conseguir un promotor y tocar en tu país?” y a lo mejor los tipos son de Alemania!! De estos casos, tengo por montones.
Este año he escuchado cientos de discos (literalmente) y realmente es auspicioso en panorama. Muchos buenos discos, muchos y de calidad, son un porcentaje importante contra los que no me gustaron. Mejores recursos para grabar, mejores cantantes y músicos… Ojala que ellos, los músicos, se preocupen un poco más en llegar a los medios chicos, saltando incluso sobre los sellos y managers. Como dije miles de veces, el problema con el negocio de la música, es el negocio. Y para peor, es negocio para unos pocos.
Salud, músicos! Levanto mi copa virtual por ustedes, por su talento y sus ganas! Sellos, managers, piensen: no se coman a las gallinas de los huevos de oro. Aliméntenla, cuídenla! Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde…
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