domingo, 19 de septiembre de 2021

GASOLINE GUNS: “Motor Cult” (2021) (Defense Records)

1. Bourbon Burns 2. Under Wicked Sky 3. Hell Thunder 4. Gasoline And Guns 5. El Pistolero 6. This Road Is A Snake 7. Nothing To Prove 8. Wheels Of Rust 9. And That's Why We Drink

Ajustándonos a la información promocional que acompaña este trabajo, una oda al whisky añejo, a las carreteras desiertas y al rock’ n’ roll visceral será lo que hallaremos en “Motor Cult”, el incendiable segundo larga duración de Gasoline Guns. Y efectivamente, no se podría haber descrito mejor la propuesta que nos entrega el quinteto ucraniano formado por Dmytro “Talladega” a la voz, Volodymyr a la batería (ambos exintegrantes de los deathmetaleros Gromm), Danylo Sobolev y Volodymyr Zvol a las guitarras y Andrew Moyseenko al bajo: heavy metal de alto octanaje con voces ásperas (definido por la propia banda como metal’ n’ roll) que, lubrificado con el espíritu de Lemmy y sus Motörhead en todas y cada una de las canciones, combustiona un sonido hermanado con el de bandas como Nitrogods o Chrome Division. El grupo, oriundo de la ciudad de Chernihiv, se creó en 2013 y desde entonces ha facturado una maqueta, el debut “Rust’ N’ Dust” (2016), varios singles y este inflamable “Motor Cult” que analizamos a continuación.
Bourbon Burns es una inmejorable manera de destapar la botella, siendo un sincero y sentido homenaje en toda regla al sonido de Motörhead, con un riff que golpea los dos canales estéreo, un ritmo desbocado, un poderoso bajo y una voz castigada por los excesos, conducida en el estribillo por un inteligente arpegio. El siguiente número, Under Wicked Sky, tampoco baja las revoluciones con unas afiladísimas guitarras, un fabuloso riffage recortando las frases y una estrofa principal cantada a coro por toda la banda. Hell Thunder posee una brutal línea de guitarra, un sutil cambio de ritmo en el puente y un atronador estribillo, y Gasoline And Guns es un pelotazo sin paliativos, con un riff roquero, unas desbocadas cuerdas de cadencia cabalgante propulsando la voz, un letal verso principal cantado por la banda al unísono y un solo de aúpa.
El Pistolero es un particular hillbilly, previamente pervertido por la banda, de musculosas guitarras, y This Road Is A Snake tiene un aire sureño, denso y pegajoso, un sutil rasguear de guitarra acústica mientras la eléctrica insinúa una melodía y posteriormente descarga toda su distorsión, un apabullante cambio de ritmo y un extenso solo que finiquita el tema.
Nothing To Prove guarda un riff palpitante, unas vibrantes guitarras rítmicas y un genial puente que se desacelera para firmar el alentador estribillo, Wheels Of Rust esconde una melodía solista emergiendo entre el durísimo riff y un bombeante ritmo de guitarra que va variando de tono, mientras que And That's Why We Drink, con su pertinaz doble bombo y su manifiesto título, cierra el álbum redundando en lo mostrado por el combo a lo largo de los fugaces treinta y cinco minutos de duración del redondo.
“Motor Cult” es un álbum honesto y poderoso, lleno de arrogancia y actitud, y que cumple a la perfección con el objetivo máximo del viejo rock’ n’ roll: entretener. Es como el rodillo metálico de una apisonadora -conducida por unos bandoleros del metal a quienes se debe tener muy en cuenta- que lo aplasta todo a su paso sin dar opción a nada. ¡Dale al play y disfrútalo en compañía de ese trago que reservas para las grandes ocasiones!
Sitio web: www.facebook.com/gasguns (M.M.)

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