miércoles, 18 de abril de 2018

BLACKSNAKE: “The Blood Of The Snake” (2017) (Defense Records)


1. Carry the Cross 2. Scarecrow’s Song 3. Hag 4. Restless 5. R’ n’ R All Day 6. The Undead (My Grave Is Open) 7. Seven Deadly Sins 8. Circles Of Hell 9. World Of War 10. Things Have Changed 11. Blood Of the Snake

Emergiendo de los mismísimos infiernos de Przemyśl, Blacksnake nos trae su pernicioso rock’ n’ roll. O eso es lo que aseguran desde 2005 estos polacos que en “The Blood Of The Snake”, su tercer larga duración después de la publicación del maxi “The First Bite” (2007) y los álbumes “Horns Up!” (2010) y “Lucifer’s Bride” (2013), nos ofrecen, partiendo de la esencia de los clásicos (léase Deep Purple, Led Zeppelin, Black Sabbath y Uriah Heep), una rica mezcla que abraza múltiples estilos. Stoner (Carry the Cross), thrash (Hag), rock’ n’ roll (R’ n’ R All Day), heavy (Circles of Hell) o doom (Blood of the Snake), salpimentados con cierta entonación gothic rock (Restless) y aires crossover (Things Have Change), todos ellos caben en el caldero de estos poloneses y no serán pocas las veces que los encontraremos entretejidos en un sólo tema. Si bien es justo reconocer que la banda formada por el vocalista Kamil Rusiecki, el guitarrista Maciej Więckowski, el bajista Sebastian Krawczyk y el baterista Seba Wiśniewski -aunque la plétora de músicos invitados a la grabación hace que la alineación varíe frecuentemente en cada canción- consigue dotar tal diversidad estilística de una sólida uniformidad sonora, en su perjuicio debemos apuntar que la ausencia de una dirección musical clara y firme desconcierta y dificulta bastante el posicionamiento del oyente ante cada una de las canciones.
Blacksnake combina de primera voces ásperas, impostadas y melódicas, con buenos y variados riffs. El punto álgido llega con el trallazo titulado R’ n’ R All Day, sucio y altamente adictivo, que cuenta con la voz de Dominika Kobiałka (quien canta a duo con Rusiecki), el violín de  John Guran y el Hammond de Maciek Gawlik. Seven Deadly Sins y su particular visión del horror punk representado por The Undead (My Grave Is Open) son otras de las piezas destacables.
“The Blood Of The Snake” es, sin lugar a dudas, un disco sustancioso, variado y singular al que hay que reconocerle mil y una virtudes, pero los colmillos de la serpiente negra no han logrado inocularme su veneno. Para gustos, colores dice el dicho. Así que ¿a qué esperas para echar un buen trago de este brebaje de sangre de serpiente?

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