CRIMSON FIRE: “Fireborn” (2016) (Pitch Black Records)

1. Awakening  2. Take to the Skies  3. Right Off the Bat  4. Young, Free, Lust  5 .Hunter  6. Bad Girl  7. Master Your Destiny  8. Knightrider  9. Only the Brave  10. Her Eyes  11. Vengeful Spirit 12. Eternal Flame

Emulando la simbología que esconde la figura de la majestuosa Ave Fénix que ilustra la portada al superar un periodo de cinco años en blanco desde la publicación del EP autofinanciado “Fire In The Sky” y de siete si tomamos como referencia su debut oficial “Metal Is Back”, los griegos Crimson Fire resurgieron de sus propias cenizas y regresaron en junio de 2016 con “Fireborn”, su segundo elepé. 

La banda ateniense fundada en 2004 e integrada actualmente por Stelios Koutelis a las guitarras y los coros, Johnny Britsas a las voces, Nemo al bajo y los coros y Kostas Exarhakos a la batería, pertenece al grueso de formaciones que, enmarcadas bajo el epígrafe de New Wave Of Traditional Heavy Metal, enarbolan con más pasión que fortuna la bandera del heavy metal clásico de los años ochenta añadiendo, en el caso que nos ocupa, la velocidad y las enérgicas melodías del power metal europeo. Con un cantante capaz de alcanzar altas notas agudas y secundado por unos poderosos coros, un guitarrista que descarga crujientes riffs e interpreta los solos con gran sentido de la melodía, y una base rítmica precisa y contundente, tenemos los componentes principales para construir un álbum de heavy metal que Crimson Fire ensambla con precisión quirúrgica. Take to the Skies es un fantástico comienzo -veloz y con un buen riff-, Bad Girl y Young, Free, Lust son soberbias muestra de hard ‘n’ heavy, mientras que Vengeful Spirit tiene las mejores guitarras del álbum con algún momento parejo al del ataque dual de She-Wolf de Megadeth; Right Off the Bat, Hunter y Master Your Destiny son tres medios tiempos: el primero con una línea vocal que suena a Dokken y unas guitarras que recuerdan a Scorpions, el segundo nos rememora en su estribillo de nuevo a los estadounidenses y el tercero contiene unos sintetizadores propios del hard rock americano de los ochenta; Knightrider y Only the Brave son dos ráfagas de power metal que podrían estar en cualquier disco de Hammerfall, y finalmente Her Eyes, la balada del disco, empieza con unos opulentos sintetizadores -que bien podríamos haber encontrado en la banda sonora de cualquier comedia romántica de bajo presupuesto- y contiene una interesante parte central  que endereza en parte ese inicio desconcertante.

Prepara tus oídos para lo más parecido a una tormenta de genuino heavy metal. En “Fireborn” no encontrarás nada que no hayas escuchado antes, pero desborda autenticidad y entusiasmo. Lástima que a este puñado de buenas canciones -bien construidas y mejor ejecutadas- les falte ese plus de excelencia para que no verse relegadas al olvido ¡Seguro que en la próxima ocasión Crimson Fire dan con la tecla!

Sitio web: www.crimsonfire.gr (M.M.)